Se considera carne de caza la que procede de animales que se crían en la naturaleza y se alimentan de lo que está a su alcance en su hábitat, básicamente pastos, plantas y frutos diversos.
Además de tener una alimentación variada y basada en vegetales, tienen la ventaja de que se mueven constantemente, lo que evita que acumulen demasiada grasa y favorece que la musculatura sea menos fibrosa.
Es una carne sin aditivos que suelen aplicarse a los animales criados de forma extensiva y en granjas.