La pasta seca se creó en Italia en torno al año 1500 y se elabora con sémola de trigo y se seca completamente, sin que quede ningún residuo de agua. Este proceso de deshidratación de la pasta puede durar unos cuatro días. Tradicionalmente esta deshidratación se realizaba directamente al sol. Hay más de 400 variedades de pasta seca y su elaboración es habitual en el norte de Italia.
La conservación de la pasta seca es su principal ventaja ya que se conserva durante más tiempo y sin necesidad de estar refrigerada.
La pasta seca tiene un tiempo de cocción lento, entre 10-15 minutos, y si se cocina al dente se consigue una textura muy agradable.