FOSSA MALA
Las uvas cosechadas en la primera semana de octubre se dejan fermentar en depósitos de acero inoxidable durante unas dos semanas, durante las cuales se realizan remontados y delestages para extraer las sustancias colorantes y los taninos de los hollejos.
Al final de este proceso y una vez alcanzada la graduación alcohólica óptima, el vino se separa de los orujos gastados y se madura en depósitos de acero (70%) y tonneaux de roble (30%).
Posteriormente, gracias a los rigores del invierno, el vino alcanza su equilibrio microbiológico y nuestra única preocupación es decantar para separar los fondos formados en la parte inferior del depósito.
El Refosco se ensambla y embotella a finales de otoño tras la vendimia y se envejece en vidrio durante tres meses.