FOSSA MALA
Las uvas del Refosco se cosechan en la primera semana de octubre y se dejan secar durante unas dos semanas en el secadero de la finca, en un ambiente ventilado exclusivamente. Tras el despalillado, la uva se estruja y se deja macerar en pequeñas cubas troncocónicas de roble francés Allier durante unas tres semanas, en las que sólo se bate manualmente. El posterior trasiego y la maceración durante 15 días en depósitos de acero permiten separar las lías más gruesas, tras lo cual el vino se coloca en tonneaux de roble francés Allier durante un año. A finales del año siguiente a la vendimia, el vino se embotella y se deja reposar durante un mes en la botella tumbado. Color rojo rubí intenso con reflejos violáceos. Aroma intenso y vinoso con notas de mora y de pequeños frutos del sotobosque. Sabor cálido, potente y aterciopelado con un perfecto equilibrio entre acidez y estructura.